Amo soñar. Es mi escape de todo y todos. Es la forma que tiene mi mente para recordarme todo lo vivido en el día, todos mis sueños, todas mis metas. Todo lo que desearía que suceda.
Cuando algo va mal lo mejor que tengo es cerrar los ojos por unos momentos y transportarme hacia aquél lugar, mi paraíso personal. Un lugar en el que no existen los límites de ningún tipo, donde nadie me priva de soñar. Como dice el dicho "soñar es gratis" y gracias a Dios que lo es, sino estaría endeudada hasta los huesos.
Supongo que después de todo sí tengo algo en mi vida, algo por qué dormir y despertar con una sonrisa. Algo que no es real de ninguna manera, pero a la vez es tan hermoso como una siesta después de alguna fiesta loca.